De la competencia a la colaboración

Hace un tiempo viviendo en Londres participé del curso Essencial de @socialab, que además de recomendárselos si les interesa la innovación social y el emprendimiento, me pasó que el primer bloque me marcó muchísimo.

Estos últimos meses he puesto en práctica varias cosas que planteaban en la primera parte, Ximena Dávila y Humberto Maturana (dos personas que admiro muchísimo) sobre “Colaboración para la transformación”.

Aquí les regalo algunos apuntes y pequeña reflexión sobre este tema:

“Somos humanos en relación a otros seres humanos, en el convivir y es ahí donde surge la colaboración. Surge en el hacer cosas juntos pero desde una disposición que pasa por un espacio emocional de mutuo respeto. Fluye en la coordinación de sentires, haceres y emociones. No la competencia sino que el mutuo respeto, la honestidad y la conversación.
¿Por qué a lo largo de la historia se va perdiendo el colaborar y compartir? Se pierde por la psiquis del competir, del liderazgo, nosotros somos hijos de esta psiquis y la replicamos sin ni siquiera darnos cuenta, vivimos en el querer ser mejores unos que otros”.

Yo no quiero fomentar en mis hijos la competencia (a veces uno lo utiliza como estrategia para que hagan cosas más rápido como comer o vestirse, etc.) pero ya hace un tiempo que he eliminado desde mi lenguaje la competencia entre ellos y con otros, y he dado pie para que entre la colaboración en esencia. ¿Cómo así? Por ejemplo, hasta en los pequeños detalles en vez de decir ¿quién se pone pijama primero? Proponer ¿y si le hacen una sorpresa al papá y van juntos a mostrarle que se pusieron el pijama?

Es un ejemplo súper cotidiano pero se puede llevar a todos los planos y reflexiones. Lo importante es dar el primer paso que es hacernos consciente.

Qué importante es incentivar la colaboración desde chicos y no el competir para querer ser el mejor a costa de lo que sea.

Hasta en simples detalles podemos marcar una diferencia desde el convivir y colaborar en un respeto mutuo, sabiendo que somos en relación con otros.

Como padres, que somos los mayores maestros de nuestros hijos/as, los invito a que seamos conscientes de qué es lo que queremos que ellos absorban y repliquen. En mi caso, luego de estos meses de ir cambiando poco a poco a una manera más consciente, creo que es demasiado importante para mí que sean generosos y que prime la colaboración por sobre la competencia, y así poder transformar un sociedad que se ha vuelto cada vez más individualista, por un espacio de compartir, convivir y tomar conciencia de que somos en relación con otros. Estamos conectados los unos a los otros.

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